Pedro I de Rusia, el Grande (ruso: Пётр I, Пётр Великий, Пётр Алексéевич) Nació el 9 de junio de 1672 y falleció el 8 de febrero de 1725 (C.J. 30 de mayo de 1672 - 28 de enero de 17251 ), hijo del zar Alexis I y de su segunda esposa Natalia Naryshkina y sucesor de su hermanastro Teodoro III (Fiódor Alekséievich), fue uno de los más destacados gobernantes de la historia de Rusia, perteneciente a la Dinastía Románov.
Gobernó Rusia desde el 7 de mayo (27 de abril C.J.) de 1682, hasta su muerte, y antes de 1696 lo hizo junto con su débil y enfermizo hermano, Iván V de Rusia. Llevó a cabo un proceso de occidentalización y expansión que transformó a la Rusia moscovita en uno de los grandes poderes europeos.
Se conocía por su impresionante estatura, medía 2 metros y 4 centímetros de alto, anchas espaldas, brazos poderosos. Los caballos que montaba tenían que ser tan fuertes como él. Se casó con Eudoxia Fiódorovna, con quien tuvo un hijo y, en segundas nupcias, con su sirvienta, que tomaría el título de Catalina I al suceder a Pedro tras su muerte ocurrida en San Petersburgo el 8 de febrero de 1725 a consecuencia de una neumonía.
Pedro firmó la paz con el Imperio otomano y dirigió su atención a conseguir la supremacía marítima rusa. Buscó el control del Mar Báltico, que había sido tomado por Suecia medio siglo antes. Pedro declaró la guerra a Suecia, que por entonces estaba bajo el reinado de Carlos XII. A Suecia también se enfrentaron Dinamarca, Noruega, Sajonia y la República de las Dos Naciones. Rusia resultó no estar preparada para luchar contra los suecos, y su primer intento de asolar la costa báltica terminó en el desastre de la Batalla de Narva de 1700.
En el conflicto, las fuerzas de Carlos XII utilizaron en su favor una tormenta de nieve que impedía la visión de los rusos. Después de la batalla, el rey sueco decidió concentrar sus fuerzas contra la República de las Dos Naciones, dando tiempo a Pedro I para reorganizar al ejército ruso. Mientras luchaban esos bandos, Pedro fundó la gran ciudad de San Petersburgo (nombrada por San Pedro) en Ingria (que había recapturado a los suecos) en 1703. Prohibió la construcción de edificios de piedra fuera de San Petersburgo, que esperaba que se convirtiese en la capital rusa, para que todos los constructores de piedra participasen en la construcción de la nueva ciudad. También eligió a Marta Skavrónskaya (Catalina I de Rusia) como compañera.
Marta se convirtió al cristianismo ortodoxo y tomó el nombre de Yekaterina, Catalina en español, al parecer casándose con Pedro en secreto en 1707. Después de una serie de derrotas, el rey polaco Augusto II abdicó en 1706. Carlos XII dirigió su atención sobre Rusia, invadiéndola en 1708. Después de cruzar Rusia, Carlos XII derrotó a Pedro en la Batalla de Holowczyn en julio. En la Batalla de Lesnaya, sin embargo, Carlos XII sufrió su primera derrota cuando Pedro aplastó a un grupo de refuerzos suecos que marchaban desde Riga. Al verse privado de esta ayuda, Carlos XII tuvo que abandonar su marcha hacia Moscú.
Carlos XII se negó a retirarse a Polonia o a Suecia, e invadió Ucrania en su lugar. Pedro retiró a su ejército hacia el sur, destruyendo cualquier propiedad que sirviese a los suecos para apoyarse en su avance. Sin suministros locales, los suecos tuvieron que detener el avance en el invierno de 1708–1709. En el verano de 1709 prosiguieron sus esfuerzos de conquistar Ucrania, culminando en la batalla de Poltava del 27 de junio. La batalla fue una derrota decisiva para las fuerzas suecas, acabando con la campaña de Carlos XII en Ucrania y obligándole a exiliarse en el Imperio otomano. En Polonia, Augusto II fue restaurado en el trono. Pedro atacó a los otomanos en 1711.
Normalmente, la Duma habría ejercido el poder en su ausencia, pero Pedro no se fiaba de los Boyardos: abolió la Duma y creó un Senado de diez miembros.
La campaña contra el Imperio otomano fue desastrosa: Para lograr un tratado de paz, Pedro se vio obligado a devolver los puertos del mar Negro que había capturado en 1697. A cambio, el Sultán expulsó a Carlos XII de su territorio. Los ejércitos rusos del norte tomaron la provincia sueca de Livonia (la mitad norte de la actual Letonia y la mitad sur de la actual Estonia), empujando a los suecos hasta Finlandia.
Gran parte de Finlandia fue ocupada por los rusos en 1714. La marina del zar era tan poderosa que los rusos podían penetrar en Suecia. Pedro también logró la ayuda de Hanóver y del Reino de Prusia. Sin embargo, Carlos XII rechazó la rendición, y hasta su muerte en batalla en 1718 no pudo llegarse a un acuerdo de paz. Suecia firmó la paz con todas las fuerzas menos Rusia en 1720. En 1721, el Tratado de Nystad puso fin oficialmente a la Gran Guerra del Norte. Rusia adquirió Ingria, Estonia, Livonia y una parte sustancial de Karelia. A cambio, Rusia pagó dos millones de riksdaler (la moneda sueca) y cedió la mayor parte de Finlandia. El Zar fue, sin embargo, capaz de retener algunas tierras finlandesas cerca de San Petersburgo, a la que había hecho la capital en 1712.