Moscú, siendo en la actualidad la capital de Rusia es distinguida no solo por ser la ciudad que más ha sido removida como capital de distintos estados a lo largo de su historia, sino también porque engloba una gesta significativa digna de descubrir; al igual que muchas otras provincias y países que se encuentran próximos o dentro del continente europeo, pertenece a la nación más grande en superficie de toda Europa.
Además de contar con el Museo de la Segunda Guerra Mundial denominado hasta el 2017 Museo de la Gran Guerra Patriótica, el edifico del Museo de la Segunda Guerra Mundial se fundó el 05 de mayo de 1995, recapitulando el fascismo tras celebrar sus 50 años de conquista en memoria del holocausto que dejó la Segunda Guerra Mundial en los poblados que integraron la Unión Soviética, las instalaciones reposan en el Parque de La Victoria, también conocido como Poklonnaya Gora (monte Poklonnaya).
El edificio del Museo de la Segunda Guerra Mundial dispone de 4 pisos cada uno con su propia galería, visitarlo te puede tomar alrededor de unas 3 horas mientras logras recorrerlo por completo, en él encontrarás diversidad de exposiciones que muestran equipos al aire libre, armamentos, múltiples equipos marítimos, hasta aéreos, como por ejemplo el mejor tanque de la Segunda Guerra Mundial y demás artillerías.
Son muchos los relatos que nos hacen revivir los sucesos durante la guerra, asimismo el Museo de la Segunda Guerra Mundial está conformado por 4 salas, una de las más simbólicas es la principal, denominada la sala de los comandantes o generales, en ella honran a la tropa militar a los que les confirieron la Orden de la Victoria e ilustran los nombres de estos caballeros que liderizaron dicha batalla.
Hay mucho por conocer de este imponente obelisco que sin duda alguna tiene mucha historia por regalarnos con su valiosa colección y trayecto que nos rememora la caída de miles de víctimas de la Unión Soviética de la guerra, lo que combina perfectamente con su nombre: Museo de la Segunda Guerra Mundial.